CRITICA DE ESTRELLA LÓPEZ
por Angel | 29 Nov 2021
Es la Galicia más tradicional por antonomasia. La de los hombres de feria, la de los marineros, la de los ancianos en el bar jugando al dominó… La comunidad rural que sabe disfrutar de cada momento de la vida, pero que, además, trabaja, y lo hace de forma muy dura con gran desgaste físico.
Los lienzos que presenta Francisco Lorente Rivas en esta exposición destacan por su búsqueda de resaltar la figura humana, verdadero eje central de sus obras. Es un retrato excelente de lo más «enxebre», y a la vez, de lo más tierno: los niños, los mayores, los hombres trabajando, codo a codo con el mar… Son imágenes que nos hablan, nos gritan, nos transmiten. Un juego de edades en unos seres casi pétreos, como si se trataran de figuras esculpidas en la catedral de Santiago. Este hecho, nos acerca a las profundas influencias que ha sufrido este artista. Sin duda, seguidor de Colmeiro y de Laxeiro, sus obras nos recuerdan a esos amantes del Románico gallego que supieron transmitirnos la modernidad a través de lo más antiguo. Las figuras de Francisco Lorente están construidas a través de pinceladas gruesas y amplias. Sin la minuciosidad de los realistas, y a la vez, realista profundo, elimina los fondos y realza el primer plano, siempre con rostros, afables y cercanos.
Los fuertes trazos de sus pinceladas imponen en sus lienzos un toque expresionista, que atrae fuertemente al espectador, atraído, a la vez, por los enormes rostros que parecen hablarle e incluso, en ocasiones, hasta tocarle.
Francisco Lorente Rivas nos muestra, de esta manera, todo el esplendor de una pintura con impresionantes raíces compositivas, con fuerte sensibilidad, y con grandes dotes de calidad artística.
Crítica da mostra de pintura da exposición na Sala Teucro da Xunta de Galicia. Publicado no «Diario de Pontevedra». 13/10/2002
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